¿Zambombas?, ¿boas brillantosas de adorno? ¿Turrones, mazapanes, bombones y varios – nes más? Sí, amigo ha llegado la Navidad a su ciudad.
Para los despistados comentare que nos hallamos en plena época navideña con todo lo que esto significa y conlleva. En mi caso el temido “glotonis reventonis” también llamado atracón desmesurado día sí, día también.
Parece ser que el ser humano evoluciona tecnológicamente, ecoNOmicamente, científicamente… pero va dejando para mañana lo de hacer entender a las madres, tías y abuelas que nuestro estómago tiene un límite y este hace seis langostinos que se sobrepasó.
Por favor no engullamos como patos en estas fechas ni bebamos con los peces en el rio (los villancicos son sabios). Si no lo hacéis por vosotros hacedlo por vuestro cambio de talla de cara a las rebajas de enero. Subir la cuesta de tan temido mes se hace más fácil si comemos con mesura.
Pero como todo en esta vida, no sólo de polvo-rones vive el hombre, por lo que hay que tener en cuenta que además de los atracones estelares también hay otras actividades que debemos realizar para cumplir con los 10 mandamientos del perfecto espíritu navideño.
1. La puerta de tu casa es un objeto al que nunca le das importancia decorativa hasta que una semana antes del 24 de diciembre descubres su hasta ahora obviado valor estético. Es entonces cuando aparecen las coronas de hojas, bolas, muñecos e incluso de papel de periódico (puede quedar entre cutre y ecológico) pegadas con metros y metros de cinta adhesiva alrededor de las mirillas. No olvides que estás decorando un ojo de cristal, hay gente que va al psicólogo por menos.
2. Desde Febrero hasta noviembre si alguien ve en tu casa una boa puede pensar dos cosas: o eres travestí – dragqueen o un amante de la adrenalina y la muerte. Pero tranquilo que de diciembre a enero estás a salvo, ya puedes tener todos los cuadros de tu casa, pomos de armarios, televisores, sillas… plagados de boas que nadie va a reprocharte nada (au contraire) Nadie sabe que tienen pero esas serpientes lánguidas con más brillos que una bola de discoteca nos llenas de rollito navideño y “fun fun fun.”
3. Para los que como yo sois capaces de matar un cactus con la mirada y de pochar un geranio a vuestro paso, tranquilos estáis de suerte porque el pinoabeto es una inversión segura e inerte desde el principio. Tan solo tenéis que adornarlo con todas las bolas y cenefas cutres que encontréis, y ¡Voilà! Árbol de navidad al canto.
4. Amigo a los trece se puede ser grafitero pero a partir de los veinte está muy mal visto. No te dediques a transformar tus ventanas en plástico opaco y recargado de escenas invernales, léase; copos de nieve, belenes, campanas, muérdago, estrellas, papa noeles, regalos… dale a tu madre un día de descanso sin limpiar las ventanas, que bastante tiene con preparar el asado.
5. Busca un rincón, hueco, chimenea, etc donde poder colocar el tipiquísimo BELÉN. En cuestión de nacimientos no hay límites. Que sí de cerámica (el de tu abuela), que si de alambre (el del bohemio), que si de figuras del roscón (el tacaño)… eso sí, elijas el que elijas asegúrate de desterrar al buey y a la mula o Ratzinger se te aparecerá en sueños. Y más importante todavía, compra papel de plata que del río el Papa no ha dicho nada.
6. ¡Campana sobre campaaaaaaana y sobre campana uuuuuuuuuuna!…ole, ole y ole el arte español a la hora de demostrar que todos somos artistas. Si sabes que cantas como Katy Perry en concierto, haz un favor a los que te rodean y como ella haz playback.
7. “¡Oz quiedo musho a todoz!” Frase etílica donde las halla y recurrente ante la cercanía de la tercera copa de cava y tras la cuarta de vino (lambrusco para las señoritas). Cuidadito con el hincamiento de codo sin conocimiento y las patadas al diccionario. A tu abuela (ya achispadita) le puede quedar trauma al ver a su nieto hacer el “robocop” y el “crusaito”
8. “¡¿y tú de quien eres?!” gran frase de los publicistas de Kas que nos acompaño todo un verano. Como reza el eslogan, tienes que posicionarte o Reyes o Papa Noel pero todos no caben en tu belén. Para que esta duda no te asalte, hubo una mente privilegiada que inventó el Papa Noel escalador y los Reyes cada uno con su camello (por cierto, felicita al tuyo en estas fechas). Los modernos o hypsters dirán que como el barbudo barrigudo no hay nada (viva los “yuesei”) y los maintream o gente normal dirán que en este país toda la vida se ha sido de los camellos, digo… de los Reyes.
9. Busca en la programación: Solo en casa (y sus 57 secuelas), a casa por Navidad, Rudolf, Pesadilla antes de Navidad, El Grinch, Vaya Santa Claus, Un padre en apuros… y cualquier peli que te acerque al espíritu navideño made in USA o al cliché romántico- nevado.
10. Y sobre todo compra un accesorio capilar que demuestre tu pasión por la navidad: árboles-gorro (son calentitos), gorros de papa Noel o diadema con cuernos de Rudolf (puede ser premonitorio, ten cuidado).
Felices fiestas y ¡JOU, JOU, JOU!
Diaries of a globetrotter 